Capítulo 212

Los motores del jet privado zumbaban mientras descendíamos a través de las nubes. Milán se extendía debajo de nosotros, con sus techos de terracota y torres medievales dando paso a rascacielos modernos en las afueras.

—Ahí —señaló Alexander por la ventana—. El Duomo. Puedes ver las agujas desde aqu...

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