Capítulo 48

Olivia

—Voy a venir— advertí, con la voz quebrada.

—Todavía no— ordenó, tirando más fuerte de mi cabello. —Espera por mí.

Mordí mi labio, tratando desesperadamente de contener el orgasmo que amenazaba con abrumarme. Las embestidas de Alexander se volvieron más duras, más rápidas, su pene de alg...

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