Capítulo 90

Me recosté en la oscuridad, muy consciente de su presencia a mi lado. A pesar de la enorme cama, podía sentir el calor que irradiaba de su cuerpo. Me moví, tratando de ponerme cómoda.

—¿No puedes dormir? —su voz se escuchó a través de la oscuridad.

—Solo ajustándome —respondí—. Es una cama nueva.

...

Inicia sesión y continúa leyendo