Capítulo 13

Estaba algo molesta, ¿me escuchó?

Pero al mismo tiempo, me sentía un poco satisfecha.

Que haga lo que quiera, ya no voy a jugar más.

Hoy, uno de mis colegas estaba dando un informe a Brian.

Aunque mi hermosa colega hablaba apasionadamente, la mirada de Brian siempre estaba fija en mí.

¿Por qué me está mirando?

Bajé la cabeza, sin molestarme en prestarle atención.

Después de que la hermosa colega terminó de hablar, la sala de reuniones se quedó en silencio de repente, y todos esperaban sus comentarios. Entonces dijo:

—¿Qué pasa con tu cara?

Levanté la cabeza y me di cuenta de que todos me estaban mirando.

Solo entonces recordé que tenía una tirita en la cara.

—Me la puse accidentalmente mientras arreglaba mis cejas.

Después de que terminé de hablar, la atmósfera se volvió aún más incómoda.

Todos nos miraban a los dos con asombro.

El colega que estaba presentando la propuesta al frente se sintió extremadamente avergonzado.

—Uh. —Desvió la mirada con calma y dijo—: No tengo objeciones.

Al escuchar esto, mi líder de equipo finalmente suspiró de alivio.

Después de la reunión, todos me preguntaron qué había pasado entre Brian y yo.

—No lo sé, ¿cómo voy a saberlo? —fingí ignorancia.

Tampoco lo entiendo. Debe estar molestándome deliberadamente frente a tanta gente.

—Ve y haz que el jefe firme este documento —mi líder de equipo se acercó a mí y dijo—: No quiero ir a verlo más. Viene a las reuniones regulares todos los días, y está empeorando mi condición cardíaca.

—No voy, me voy del trabajo —me negué directamente.

—¿No vas? Entonces, ¿estás tratando de dejar tu trabajo?

Mierda...

—Voy. —Tomé el documento y rechiné los dientes mientras iba a su oficina.

Él estaba ocupado leyendo los documentos, todo como de costumbre.

Pero cuando terminó de firmar, de repente dijo:

—Bonito color de cabello.

Me quedé atónita por un momento y pregunté:

—¿Te gusta?

Probablemente se sorprendió por mi pregunta y tardó unos segundos en responder:

—Está bien.

—Bueno, lo cambiaré otro día. —Me quedé allí, dejándolo perplejo.

Recogí el documento y me fui.