Capítulo 18

Cuando volví a casa, inesperadamente él estaba allí.

Toqué la puerta de su estudio.

Él la abrió.

—¿Qué pasa? —se quedó en la puerta, mirándome con confusión.

—¿Te casaste conmigo porque me parezco a alguien?

Reuní mi valor y fui directo al grano.

Él se detuvo por un segundo, luciendo perplejo.

—¿De ...

Inicia sesión y continúa leyendo