Capítulo 24

Al día siguiente, la pareja de ancianos nos acompañó hasta la intersección. Daniel agitó la mano y se despidió. La pareja sonrió y nos recordó que tuviéramos cuidado en el camino. Sin embargo, al darse la vuelta, los vi secarse las lágrimas en el espejo retrovisor. Me atravesó el corazón.

—¿Te lo d...

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