Capítulo 187

Bajo el brillante sol, el delicado rostro de Adelaide se iluminó con una sonrisa radiante, atrayendo la atención de muchos admiradores.

Sebastián miró hacia abajo, con la mandíbula apretada. —Oye, ¿qué tal si cenamos algún día?

—Claro. Lo veremos cuando llegue el momento— respondió Adelaide casual...

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