Capítulo 209

Mientras sus cuerpos se entrelazaban, Adelaide no pudo evitar soltar un gemido.

Instintivamente, trató de cerrar las piernas, pero la fuerza de Sebastián la dominaba mientras las abría con fuerza y entraba en ella.

—Oye, despacio, despacio.

El sonido de sus cuerpos chocando llenaba la habitación....

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