Capítulo 211

La atmósfera en el espacioso carruaje estaba cargada de incertidumbre.

La mano delgada de Sebastián se deslizó lentamente por la hermosa pierna de Adelaide.

El cuerpo de Adelaide tembló mientras agarraba su mano y la mordisqueaba juguetonamente. —Todavía no estoy completamente curada, ¿sabes?

Sus...

Inicia sesión y continúa leyendo