Capítulo 234

Adelaide soltó un gemido agudo cuando Sebastián la penetró, sus uñas clavándose en su espalda como las garras de un gato.

Sebastián no disminuyó la velocidad, sus caderas moviéndose con una intensidad salvaje.

Sus cuerpos estaban presionados fuertemente, y él inhalaba con avidez el aroma único de ...

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