Capítulo 239

El teléfono no dejaba de sonar en la oficina.

Sebastián parpadeó al despertar y terminó la llamada sin pensarlo dos veces.

Con un brazo alrededor de la delgada cintura de Adelaida y la otra mano sosteniendo la parte trasera de su cabeza, se inclinó para otro beso.

Sus labios se encontraron, sus r...

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