Capítulo 241

Tal vez fue el cambio de escenario lo que hizo que la gente estuviera más sensible.

Los gemidos de Adelaide eran pura magia, y Sebastián plantaba besos en su cuello, moviéndose con pasión.

Sintiendo la intensidad, Adelaide arqueó su espalda, atraída hacia él.

Sus cuerpos estaban estrechamente uni...

Inicia sesión y continúa leyendo