Capítulo 250

El sol de la mañana brillaba intensamente, bañando la habitación con un cálido resplandor.

Adelaide se miró en el espejo y se estremeció al ver las marcas rojas esparcidas por su cuerpo. Su mirada se posó en Sebastian, que estaba tumbado en la cama sin preocuparse por nada.

Se acercó y golpeó el p...

Inicia sesión y continúa leyendo