Capítulo 252

Tan pronto como la puerta del coche se cerró, Sebastián estaba ansioso por acercar a Adelaida.

Adelaida se sentó a horcajadas sobre su regazo, el movimiento fue audaz, casi la hizo jadear de sorpresa, sus mejillas se sonrojaron aún más.

—Quédate quieta— la voz de Sebastián era baja y llena de dese...

Inicia sesión y continúa leyendo