Capítulo 253

El coche ya había llegado a la Villa Manners.

Habían estado en ello durante todo el trayecto.

Su grotesco pene se hinchaba de manera aterradora, sin signos de terminar.

Adelaide estaba completamente agotada, no podía ni levantar un dedo, seca ahí abajo, voz ronca, gemidos convertidos en sollozos....

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