Capítulo 289

El beso esta vez no fue tan suave como antes; tenía un toque de posesividad.

Cuando la respiración de Adelaide comenzó a desvanecerse, Sebastian rompió el beso a regañadientes justo antes de que ella se sofocara, un hilo plateado permaneciendo entre sus labios.

Adelaide se inclinó hacia él, sus la...

Inicia sesión y continúa leyendo