Capítulo 316

Adelaide olía increíble, tan suave. Solo quería abrazarla.

—Adelaide, una vez que todo esté arreglado, hagamos un viaje de luna de miel, solo nosotros dos, sin interrupciones.

—Claro.

Adelaide también amaba su mundo privado, su voz llena de alegría.

Los labios delgados de Sebastián se curvaron. ...

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