Capítulo 32

Adelaide estaba durmiendo boca abajo, con una apariencia bastante incómoda.

Cuando Sebastian se acercó, ella se movió un poco, y él se detuvo con la ropa en la mano.

No se despertó, solo murmuró —Sebastian, estarás bien.

La mirada de Sebastian se posó en el papel al lado de su mano, lleno de dibu...

Inicia sesión y continúa leyendo