Capítulo 361

Adelaide dejó escapar un grito desgarrador al ver cómo la daga se hundía en el brazo de Sebastián, lágrimas cayendo por su rostro mientras observaba la sangre goteando al suelo.

Antes de que pudiera reaccionar, Sebastián ya había derribado al hombre.

El sonido nauseabundo de huesos rompiéndose lle...

Inicia sesión y continúa leyendo