Capítulo 407

—Yo...— Bajo la intensa mirada de Sebastián, Adelaide apartó la vista tímidamente, pareciendo inusualmente sumisa.

Todo el día estuvieron como pegamento; no se podían separar ni con una palanca.

Adelaide echaba miradas furtivas a las piernas de Sebastián y luego se ofrecía a darle un masaje.

Cuan...

Inicia sesión y continúa leyendo