Capítulo 409

—Gracias, Sebastián.

Adelaide se desplomó en los brazos de Sebastián, con lágrimas corriendo por su rostro.

—Los odio, a cada uno de ellos.

Como una avalancha, donde ningún copo de nieve es inocente.

La muerte de su madre fue orquestada por todos ellos, y todos tienen que pagar el precio. Nadie ...

Inicia sesión y continúa leyendo