Capítulo 42

Sebastián frunció el ceño, pero antes de que pudiera reaccionar, escuchó a Adelaida reírse —Son unos idiotas. ¿Creyeron que me engañarían con eso?

—Me odias tanto, ¿cómo podrías querer tomarme por la fuerza?— Mientras hablaba, la expresión de Adelaida se tornó dolorida.

—Cariño, ¿qué tal si te tom...

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