Capítulo 43

El rostro de Adelaide se puso rojo en un instante. No esperaba que su distracción momentánea fuera notada tan rápidamente.

Sonrojada, negó con la cabeza —¡No, no estaba pensando en nada!

Su negación ansiosa solo hizo que Sebastian se volviera más sospechoso. No le gustaba lo cerca que Adelaide est...

Inicia sesión y continúa leyendo