Capítulo 45

—Sebastián, sal. No puedo más.

Adelaida no notó su vacilación mientras intentaba empujarlo, desesperada por que se fuera.

Pero Sebastián no estaba dispuesto a ceder.

Podía sentir su resistencia. Aunque no tenía mucha experiencia, no era un ignorante. Sabía que ella también era inexperta, y estaba...

Inicia sesión y continúa leyendo