Capítulo 97

Aunque la partición bloqueaba la vista en el coche, Adelaide se sonrojó y hasta olvidó respirar.

El beso de Sebastián fue intenso.

Si Adelaide no hubiera contenido la respiración y casi no hubiera podido recuperarla, él no habría parado.

Besaba como si no pudiera tener suficiente.

—¿No puedes ni...

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