Capítulo 98

Adelaide lanzó una mirada desafiante a Sebastián, decidida a no retroceder. —Oye, ya casi estamos en casa, así que nada de besos— dijo con un toque de amargura.

Sebastián no había planeado llevarlo más allá de todos modos.

No se trataba de ser discreto; simplemente sentía que el tiempo se estaba a...

Inicia sesión y continúa leyendo