Capítulo 135

Edward sintió el calor irradiando de su cuerpo. Los ojos de Victoria estaban un poco nublados, pero había una mirada decidida en ellos mientras hablaba.

—Edward, ¿puedo gustarte?

Edward sintió como si fuegos artificiales estallaran en su mente.

No respondió. En cambio, tomó el trasero de Victoria...

Inicia sesión y continúa leyendo