Capítulo 48

Edward no pudo evitar cerrar los ojos.

Esto lo estaba volviendo loco.

¿Cómo podía ella hacer esto?

Victoria, como si tuviera miedo de que él no le creyera, se mordió el labio y luego se inclinó para besarle la nuez de Adán.

¿Cómo podría resistirse Edward?

Su nuez de Adán se movía incontrolablem...

Inicia sesión y continúa leyendo