Capítulo 56

Edward apenas había logrado mantener la calma, pero cuando la escuchó decir —Te daré un masaje todos los días después del trabajo a partir de ahora— casi la pierde de nuevo.

Se inclinó cerca del oído de Victoria y susurró —¿O tal vez, un tipo diferente de masaje?

—¿Eh?— Victoria lo miró inocenteme...

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