Capítulo 44: Secretos y Redención

Max apretó los labios para evitar reír, ahora comprendía muy bien los celos de Kate, al conocer en persona a la señora Maldonado.

—Si claro —contestó Fernando, siguió a Diana, hasta llegar al despacho, lo invitó a sentarse en un cómodo sofá, mientras ella se acomodaba a su lado.

—Espero hayas solu...

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