Capítulo 77: Confesiones Valientes

Horas más tarde

Diana, permanecía con los ojos cerrados, sosteniendo a Isabella, en sus brazos, mientras la pequeña dormía.

La joven empresaria observaba el rostro angelical de su niña y no podía comprender la maldad y prejuicios de la gente. De repente su móvil sonó, lo tomó en sus manos mirando ...

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