El apuesto marido

Después de hablar, se bajó del coche.

Dondequiera que se pare el hombre alto y esbelto, da una sensación única de imponencia.

Justo cuando Enzo salió del coche, dos chicas que pasaban a su lado gritaron en voz baja con la boca tapada: —¡Wow, mira, ese hombre es tan guapo!

—¿Se bajó de ese Rolls-R...

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