Nunca voy a darme por vencido con él

De vuelta en la casa, Enzo no subió las escaleras, decidió esperar a su esposa antes de dormir, justo en ese momento,

—Enzo.

La voz de Serena resonó en ese momento.

Enzo frunció ligeramente el ceño y se giró para mirarla.

Serena se retorcía las mangas y se puso de pie, mordiendo suavemente la es...

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