No me mientas, cariño

—Estoy bien —Enzo presionó el agua del inodoro, tomó una respiración profunda y la ayudó lentamente a ponerse de pie.

Con ojos oscuros llenos de ansiedad hacia la chica, permaneció en silencio, extendiendo la mano y tocando suavemente su cabeza, con una voz algo más suave— No te preocupes, estoy re...

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