No soy la Virgen María

Salió del centro comercial con rabia.

El conductor que la había acompañado la vio salir con las manos vacías y le preguntó:

—Señora Clinton, ¿no encontró ninguna ropa que le gustara?

—Rogers. —Alice no respondió a su pregunta, sino que inclinó la cabeza y le preguntó de manera dominante—: ¿Conoce...

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