Crónicas familiares

El Sr. Carter, el padre de Judy y mi tío, parecía molesto, y cuando se encontró con mi mirada, llena de indiferencia, su enojo volvió a encenderse.

—¡Chica insolente! —me regañó furioso—. ¿Qué clase de expresión es esa? ¿Crees que estás agraviada? ¡No puedes tener éxito! ¡Ni siquiera tienes el resp...

Inicia sesión y continúa leyendo