NO TE OLVIDES DE ECHARME DE MENOS

—No... —Alice se quedó congelada por un momento y de inmediato negó con la cabeza—. ¿Cómo no iba a aceptarlo? No están en la escuela ahora, así que, ¿por qué se ofendería de que él viniera? Ni siquiera después de las locuras que había hecho antes de salir del dormitorio de la escuela. Su aparición e...

Inicia sesión y continúa leyendo