¿Se casó con un sastre común y corriente?

Serena sonrió; —Sé quién eres, Enzo. Tal vez tus tíos te obligaron a hacerlo, sé que tienes alergia al contacto con mujeres, ninguna mujer puede tocarte, ni siquiera yo. Entonces, ¿quién es esta extraña mujer con la que te casaste? ¿Es un robot?

—No —la interrumpió Enzo con una sonrisa—. Nadie pued...

Inicia sesión y continúa leyendo