La vieja propuesta del Sr. Clinton

En un bar cerca de la Villa de Enzo, Serena Britain y Judy Lewiston se sentaron una frente a la otra, mirándose con rostros inexpresivos hasta que la camarera les sirvió el café. Entonces, Judy rompió el silencio.

—¿Puedes decirme por qué me llamaste aquí, señorita Serena? ¿O después de ahuyentar a...

Inicia sesión y continúa leyendo