Vamos a consumar nuestro matrimonio

Aún besándose, tropezaron en una habitación y se desplomaron en la cama.

—¿Reservaste una habitación? —preguntó ella asombrada.

—No, tengo mi propia habitación en este hotel —respondió Enzo con seriedad.

Su empresa era una de las inversoras del hotel, por lo que siempre tenía una habitación reser...

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