Capítulo 25

—Si me besas así, ¿cómo se supone que no quiera más?

Miro hacia abajo; el calor me invade y mis entrañas se contraen placenteramente. Clavé mis uñas en su hombro; era de nuevo esa sensación que me hacía encogerme por dentro, y apreté la mandíbula, cerrando los ojos. Trataba de concentrarme en el ca...

Inicia sesión y continúa leyendo