Capítulo quince

Capítulo Quince

—Ya no quiero que seas mi novia. Tu corazón latió más rápido y de inmediato te envolvió el dolor. No solo mis manos temblaban, sino todo mi cuerpo. Las lágrimas primero cayeron de mi ojo izquierdo, junto con sollozos que no podía detener.

—Joanna, ya no quiero que seas mi novia —di...

Inicia sesión y continúa leyendo