Capítulo 18

La luz del sol se filtraba a través de las persianas, pintando rayas doradas en mi rostro. Parpadeé, desorientada, con los restos de un sueño aferrándose a los bordes de mi conciencia. El sueño, si es que eso era, había sido vívido. Entonces... lo sentí en mi boca. Me atraganté y me giré, dándome cu...

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