Capítulo 1 Divorcio

La noche caía, y las calles de Ciudad Regal parecían casi oníricas bajo las luces de neón. David Jones y su hermano Michael Jones paseaban por el concurrido distrito, uno al lado del otro.

Ambos chicos tenían cierto encanto, pero eran diferentes a su manera. Michael, el mayor, era increíblemente guapo con esos ojos delgados y cautivadores que podían atrapar a cualquiera que se atreviera a mirar.

David, sin embargo, tenía una vibra diferente. Era alto, su cuerpo era todo músculo, y sus ojos gritaban dominancia. Había un aire de realeza en él.

—David, ¿qué piensas de eso?— preguntó Michael, con una ligera arruga en la frente.

David pensó por un segundo, pero antes de que pudiera responder, escucharon pasos apresurados desde la esquina, y el aire se volvió tenso.

El instinto de Michael le dijo que algo andaba mal.

—¡David, vámonos!— Lo agarró de repente, listo para correr por otra calle.

Pero el destino tenía otros planes. Un disparo rompió la noche, y una bala se dirigió hacia David como un rayo. Michael se movió rápido, lanzándose sobre David, y la bala le dio en el pecho.

—¡Michael!— gritó David, con los ojos abiertos de par en par por la sorpresa.

La sangre brotaba, empapando la camisa de Michael. Luchó por levantar la mano, agarrando la de David, su voz débil pero decidida —David, escucha... haz algo por mí...

—¡No hables, Michael! ¡Llamaré a una ambulancia! ¡Estarás bien!— La voz de David temblaba, su corazón se rompía.

—Es demasiado tarde...— La voz de Michael se desvanecía, sus ojos mostraban un atisbo de arrepentimiento. Habló tan suavemente que David tuvo que inclinarse para escucharlo.

¿Qué? Michael en realidad...

David estaba perdido.

—David, te lo suplico— La mano de Michael se aflojó, sus ojos perdieron su luz.

—¡Michael! ¡Prometo que volveré y me divorciaré de ella! ¡No me dejes!— gritó David, lleno de desesperación y rabia.

Justo entonces, las sirenas de la policía sonaron a lo lejos. David sostuvo la mano de Michael con fuerza, su corazón pesado de dolor.

—Sophia, el plazo de cuatro años ha terminado. ¡Divorciémonos!— La voz de David vino desde atrás mientras Sophia Brown cocinaba un filete.

El aceite caliente salpicó en su mejilla, pero no sintió el dolor.

—Hemos cumplido nuestra promesa a la familia Brown. Ahora, es momento de terminar esto— La voz de David era fría, distante.

Aunque sabía que este día llegaría y se había preparado, Sophia no podía decir si se sentía aliviada o con el corazón roto.

Se recordó a sí misma que solo era un trato, y era hora de terminarlo.

Hace cuatro años, la familia Brown se declaró en bancarrota. Los padres de Sophia, James y Olivia Brown, no pudieron soportar la presión y se quitaron la vida, dejando a Sophia para limpiar el desastre.

Los abuelos de Sophia y David eran compañeros de guerra. El abuelo de Sophia, William Brown, había salvado al abuelo de David, Robert Jones, en el campo de batalla, y Robert siempre le había estado agradecido.

En su lecho de muerte, William estaba más preocupado por su nieta Sophia, así que la confió a Robert.

Y así fue como surgió este contrato matrimonial.

Pero Sophia se enamoró de David. Desde entonces, había suavizado su carácter y desempeñado el papel de 'esposa' con diligencia. Creía que con el tiempo, ganaría su corazón.

Pero al final, ¡todo lo que obtuvo fue un divorcio!

—Te daré cuatrocientos millones de dólares más un lugar de alta gama en el Distrito Ámbar como compensación. Este es el acuerdo de divorcio. Si estás de acuerdo, solo firma.

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