Capítulo 37 Perdiendo el tiempo

El teléfono siempre parecía sonar en los peores momentos. David frunció el ceño, sintiéndose un poco molesto, pero aún así lo levantó, listo para contestar.

Justo cuando deslizó para tomar la llamada, Sophia extendió la mano juguetonamente y apretó su abdomen bajo, que estaba caliente.

David no pu...

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