Cap. 116.

—¿Estás embarazada? —repitió Fabio desde la entrada, con la voz grave y los ojos fijos en Alma.

Ella giró lentamente, como si le costara trabajo procesar que él estuviera allí, que la hubiera escuchado todo.

Tragó saliva. Las manos le temblaban.

—No lo sé con certeza —respondió en un susurro—. Es...

Inicia sesión y continúa leyendo