Cap. 123.

—Doña Ernestina cocina de maravilla, eso es innegable —respondió ella—. Y antes de que malinterpretes, Alma, no es por explotarla. Pero la cocina mexicana es amada en el mundo entero. Me gustaría que sus recetas estuvieran en el menú del hotel.

Alma sonrió, conmovida.

—A mi abuela le encantará, pe...

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