Cap. 13: Esa mujer puede ser mi ruina.

Fabio la soltó de golpe, como si el contacto lo hubiera quemado. Alma apenas logró recuperar el equilibrio antes de que su cuerpo tocara el suelo. Ambos se quedaron en silencio por un segundo, con las respiraciones agitadas y los ojos esquivos.

Alma se irguió despacio. Su piel aún ardía por el roce...

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