Cap. 34: La danza del fuego del mar.

Fabio estaba recostado en la cama, cubierto hasta la cintura con las sábanas. Sostenía el móvil entre las manos, revisando distraídamente la pantalla, hasta que al levantar la vista el aire pareció estancarse en sus pulmones.

Alma salió del baño con la piel brillante bajo la luz tenue de la alcoba ...

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