Cap. 39: Haré que la detengan antes de que sea tarde.

Fabio no lo pensó más. Dio un paso decidido, la sujetó con firmeza de la nuca y la atrajo hacia sí sin delicadezas.

La besó. Con hambre, con furia, con una necesidad que lo estaba carcomiendo desde que ella pronunció esa maldita frase.

Sus labios capturaron los de Alma con posesión. Su lengua irru...

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